Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
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domingo, 18 de julio de 2010
El Espíritu de Dios me Transforma
En él (Jesús, el Hijo de Dios) fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles… todo fue creado por medio de él y para él. – Colosenses 1:16.
A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer. – Juan 1:18.
Por medio de sus sentidos e inteligencia, la humanidad percibe su entorno y procura explorar las partes más alejadas del universo. Pero existe una esfera que nuestros sentidos naturales no pueden percibir. Sólo la Biblia nos da a conocer su realidad e importancia. Es el mundo invisible.
Dios es Espíritu (Juan 4:24), es invisible (1 Timoteo 1:17), es Aquel a quien ningún hombre ha visto ni puede ver (1 Timoteo 6:16), el creador de todo, incluso de lo invisible; sólo Él puede darnos la inteligencia para comprender ese mundo.
Los ángeles pueblan el mundo invisible. Son “espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación” (Hebreos 1:14). Pero también existen los demonios, “ángeles que no guardaron su dignidad” (Judas 6), cuyo jefe es Satanás. Son “huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12). Los demonios tratan de esclavizar a los hombres.
¡Tengamos cuidado! El ocultismo está en relación con ese mundo. ¿Y qué salida nos queda si hemos participado de él? Acudir a Jesús y suplicarle que nos libre. Jesús es Dios. En la cruz triunfó sobre Satanás y sobre los poderes espirituales de maldad. Sólo los que reciben este mensaje de salvación participan en esta victoria.
sábado, 17 de julio de 2010
Josue 1:9
Un día de otoño de 1894, Guglielmo entró a su habitación en el tercer piso de la casa de sus padres. Había pasado todo el verano leyendo libros y completando cuadernos con diagramas. Ahora continuaba su vigilia, levantándose temprano en la mañana y trabajando hasta altas hora de la noche. Su madre se alarmó cuando su figura se volvió más delgada, sus mejillas se hundieron y sus ojos se veían más cansados.
Pero, un día, anunció que su trabajo estaba terminado. Invitó a su familia al tercer piso de su habitación. Presionó un botón. En el primer piso sonó una campana, ¡Una campana no conectada con cables! Su madre estaba asombrada, pero su padre no. No le veía utilidad a esto de enviar una señal a tan poca distancia.
Guglielmo volvió a su trabajo. Envió una señal de una colina a otra. Luego de una área más lejana de la colina. Su invento parecía perfecto.
Guglielmo Marconi fue reconocido luego como el inventor del telégrafo inalámbrico…. precursor de la radio. Marconi recibió el premio Nobel en física por su esfuerzo y un lugar en el senado de Italia.
La visión y el esfuerzo fueron recompensados. Recordemos esto si trabajamos con mira a nuestros objetivos. Y si nos gusta escuchar la radio mientras trabajamos, a Guglielmo Marconi no le importará.
Hoy Dios nos dice que nos esforcemos para logra cumplir su voluntad, para que otros al final sean bendecidos por ello, sean nuestras familias, nuestros amigos o nuestra nación.
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
Josué 1:9
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