Como todo en el reino de Dios, sus leyes contradicen las leyes de los hombres. Para ser primeros, debemos ser servidores de todos; para estar cerca del Padre, tenemos que amar a nuestros enemigos; para alcanzar la vida de Jesús, debemos morir a la vida de la carne. Así también es con las ofensas. Para madurar y para ser útiles en el reino, es necesario que recibamos ofensas y que, en vez de vengarnos, amemos a nuestro ofensor, tengamos misericordia de él, lo perdonemos, lo levantemos en oración y le devolvamos bien por mal.
Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
Vistas de página en total
Mostrando entradas con la etiqueta Principios. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Principios. Mostrar todas las entradas
sábado, 23 de marzo de 2013
Suscribirse a:
Entradas (Atom)